El nombre romano me recuerda a los mulos, igual los romanos acu -mula-ban los mulos allí; ahora es un ciudad militar donde existen varias unidades del ejercito británico. Los domingos dejaban entrar en un regimiento donde había tanques y otros instrumentos de guerra, aunque nosotros preferíamos ir a Clacton-on-Sea, que era turístico. En invierno no había ni un alma, y comer algo sencillo era muy barato, sobre todo porque no habían, al menos allí, los Tak-Volands. Un cucurucho de fish and chips valía 7 chelines. En total para el niño y nosotros algo menos de una libra esterlina, más dos cervezas qyue me servían en vasos de cartón, constitían un opiparo almuerzo que no cambiaría por el famoso Roast Beef del Hotel Ritz en Picadilly, que también es buenísimo. Una cena con roast beef, patatas al horno, coles de bruselas, té y un vino barato, es aconsejable solo por el ambiente incomparable de grandeza imperial pasada de rosca. Vale la pena.
Menyoj
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